El lenguaje literario
El lenguaje en general puede ser depurado o personalizado para incrementar sus posibilidades expresivas, este proceso de depuración se realiza mediante técnicas que le añaden un ritmo suplementario o que lo hacen susceptible de provocar extrañeza con la intención de impresionar la imaginación, la inteligencia o la memoria. Llamamos literatura al producto de esta intención estética que pretende estilizar el lenguaje en persecución de fines estéticos: literatura es el arte de la palabra.
Procedimientos del lenguaje
¿Qué es el lenguaje literario?
El lenguaje literario es un lenguaje modificado, un "lenguaje figurado" por una serie de recursos expresivos o estilísticos que llaman la atención sobre la forma del mensaje. La disciplina llamada retórica cataloga estos recursos y expone los efectos que originan: son los llamados tropos y figuras retóricas, formados cada uno por diferentes combinaciones de ocurrencia y variación. El más importante efecto de este tratamiento retórico del lenguaje es que confiere al texto literario, al contrario que ocurre con el texto normal que posee una finalidad pragmática y no estética, la posibilidad de una re lectura, de una segunda lectura diferente de la primera, la posibilidad de una doble lectura. El texto normal, sin embargo, sólo posee la mayor parte de las veces una, mientras que si posee más se considera ya de hecho un texto no normal, sino estilizado o literario, porque existe en él una intención estética.
El estilo
El estilo es, lo que convierte en literario un texto, en especial cuando lo que se cuenta no contiene algo que impresione por sí mismo; es un tratamiento de belleza que recibe el lenguaje y que incrementa mediante la función del lenguaje conocida como función poética, estudiada por Roman Jakobson, la cohesión textual incrementando su belleza, concepto estudiado por la disciplina denominada estética. Ese tratamiento de belleza convierte al mensaje literario en algo perdurable y sólido a través del tiempo y facilita su aprendizaje, mientras que la lengua de uso, cuyo cometido es fundamentalmente pragmático, desvanece su forma y su contenido al mismo tiempo que es usado y no perdura más allá de la función pragmática con que fue creado. De ahí que los refranes, las canciones, las coplas y las palabras literarias, sometidas a un proceso de estilización, perduren por su belleza en la memoria colectiva durante siglos, mientras que creaciones sin intención estética han perecido.
La interpretación y la percepción estética de la literatura constituye de hecho la finalidad del arte literario y cuando estas se pierden la literatura se ha transformado en realidad en otra cosa, se ha documentalizado o transformado en un saber más histórico que humanístico. ilustrado de forma literaria
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